- Área: 1287 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Rodrigo Dávila
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Proveedores: Cemex, Flexacril, PRV, TOKMA
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El edificio de preescolar del Colegio San José en Cajicá plantea una serie de volúmenes puros implantados en el terreno como respuesta al contexto natural en el cuál se encuentran situados. Cada volumen alberga dos salones, uno en primer piso y otro en segundo piso. Estos se articulan por una circulación cubierta que rodea el patio a manera de claustro, generando una relación espacial y visual entre los volúmenes y su entorno. A su vez, cada salón tiene una terraza posterior la cual se convierte en el vínculo con el exterior y la naturaleza, relación esencial para cada uno de los habitantes del edificio.
Las jerarquías de los usos se obtienen por medio de la variación en la volumetría y tamaño de las edificaciones que componen el claustro. De esta manera, el proyecto cuenta con dos volúmenes de mayor tamaño los cuales albergan el área administrativa y salones de carácter múltiple y a su vez se convierten en la portada del edificio, puesto que genera una imagen imponente y distintiva. Por otro lado, en los volúmenes más pequeños se encuentran los salones de clase y áreas de servicio complementario para los estudiantes y docentes. Gracias a la escala e independencia de cada uno de estos volúmenes, se garantiza la flexibilidad del uso y apropiación de los diversos espacios dentro del proyecto.
Adicionalmente, una de las grandes virtudes de haberse proyectado como edificios independientes es que da la posibilidad de que se pueda construir por medio de etapas garantizando que nunca se vaya a ver como un proyecto inconcluso.
Para lograr destacar la imagen y volumetría exterior del proyecto, se tomó como referencia de material el pañete rústico utilizado en la casona de Administración existente del Colegio San José. Este material proporciona un acabado texturado el cual, gracias al juego de luz y sombras, enmarca de manera sensible las formas que rigen la geometría del conjunto. En complemento al pañete texturizado, el concreto ocre, la madera y el metal hacen parte de los materiales principales utilizados para dar acabado y forma a este proyecto, brindando un ambiente cálido que invita a ser habitado.
Tanto las áreas interiores como exteriores del edificio, se plantearon con una paleta de colores de tonalidad tierra inspiradas en el paisaje y arquitectura campestre de la zona. Esto también surge con el fin de buscar cierta sobriedad dentro del entorno lúdico y así los acentos de color se dieran por medio del amoblamiento y la apropiación de cada uno de los salones y espacios.
El proyecto se plantea como un espacio de aprendizaje, que busca prolongar la actividad interior de a un exterior complementario y natural. Todos los salones se comunican con un espacio verde o balcones con tobogán para los niños. Igualmente, sobre las áreas de circulación cubierta se plantean una serie de espacios comunales que rodean el patio central y jardines, convirtiéndolo en un escenario para eventos especiales y cotidianos.